día en la pizzería que trabajé aquel turno extra de 7 horas (de hecho fue el miércoles pasado), trabajé de las 6:30pm a la 1:30am, y por lo tanto tocóme cerrar. La tipa que también quedóse hasta el final no quiso nada de la pizza que sobró, así que trájeme 11 pedazos para congelar.
Hoy, sintiendo como de costumbre harta pereza de cocinar, saqué uno de esos pedazos del cogelador (el segundo apenas!) y púselo a calentar en la estufa. En mi campancia, larguéme a mi cuarto a tocar violín, y para cuando me acordé de mi infeliz comida, ya era demasiado tarde: Estaba semi quemada (muy quemada en ciertas partes, nada quemada en otras), pero la "unidad" estaba llena de humo, y después de que abrí las ventanas, sonó la alarma contra incendios... siempre que eso pasa, TODOS en la torre (de 18 pisos) debemos salir de nuestros cuartos e irnos al "commons block". Quejábame y quejábame cada vez que algún idiota activaba la alarma a propósito o por algún descuido idiota. Ahora el destino abofeteóme en el rostro, convirtiéndome en uno de esos imbéciles. Pero al menos disfruté mi pizza (removíle las partes quemadas, obviamente).
6 comments:
jajajajaja ¿explícaste el asunto?
No, no hícelo. Sólo a mis roommates.
Sí, loko, estoy en el blog de Mónica...
Al rato.
ke weba ke se prenda tan pelada la alarma
jajaja
saludos
Buena anécdota!
-Saludos
¡Jaja!
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